El hecho tuvo lugar en el barrio Rey Primero. Allí una mujer pide ayuda en un domicilio, donde también funciona un kiosco, aduciendo que la habían intentado robar. La dueña del lugar termina socorriéndola, pero lo que la mujer buscaba era realmente robar.
“En horas de la noche, personal policial interviene en un hecho delictivo. El modus operandi fue que, en una casa donde funciona un kiosco, ingresa una femenina, pide ayuda, que le prestaran su celular, porque había sido víctima de un hecho delictivo”, relató el jefe policial.
Y continuó: “Conmocionada, la dueña del kiosco le presta el medio de comunicación. Ella hace el llamado a un supuesto familiar. La dueña le ofrece un vaso de agua y en ese interín la supuesta víctima le devuelve el celular, se lo deja en un mostrador y sin que se de cuenta la dueña del kiosco vuelve a tomar el teléfono; y la dueña se da cuenta que había sido engañada y salió a buscarla con vecinos, logrando detenerla hasta la llegada del personal policial”.
Fuente: Fénix / Imagen ilustrativa