Se cumplió una semana del corte en la ruta 3, antes de llegar a Duraznillo, para evitar el proyecto de minería de uranio a cielo abierto a menos de 20 kilómetros de La Rioja capital, en la Quebrada de Alipán.

El comunicado fue publicado en la página de Facebook de la Asamblea por la Vida de Chilecito.

La Rioja, Las Cañas

A una semana del corte contra la mina de uranio reafirmamos que no existe licencia social

El viernes 19 de noviembre pasado iniciamos un corte en la ruta 3 antes de llegar al duraznillo. Este corte sostenido por vecinos y vecinas de la zona aledaña (Higuerillas, Puerto Alegre, Duraznillo, Capital y alrededores).

Desde entonces hemos hecho efectivo el bloqueo a los vehículos de la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA) que pretende avanzar con el proyecto de minería de uranio ubicado en las cañas, Quebrada de Alipán.

Hasta hoy continuamos cortando el paso, reafirmando la defensa del derecho a la vida, a los bienes comunes como el agua, a la producción y al ambiente sano para las futuras generaciones.

Se realiza también para expresar que no damos la licencia social a este tipo de proyectos y que si no cuentan con nuestra autorización y conformidad como comunidad directamente afectada por este emprendimiento, todo trabajo que se realice en la zona es ilegal, ya que la licencia social es un requisito exigido por la ley general de ambiente como paso previo a cualquier trabajo de este tipo.

Asimismo denunciamos:

Que el proyecto Alipán, ubicado a 20 km de la plaza principal de la capital de La Rioja, pretende la explotación de uranio en una superficie de casi 1000 hectáreas que abarcan los cerros que se ubican entre “La fazenda” hasta La Lancha, donde se construirán caminos y un gran campamento según obra en el Boletín Oficial de la provincia y donde se explotará a cielo abierto, abriendo en la montaña un open pit (pozo) de 4 km de diámetro, con la consiguiente utilización de explosivos y sustancias toxicas que se utilizarán junto al agua de las vertientes de la zona para extraer el uranio de las rocas dinamitadas, dejando en nuestro territorio toneladas de roca y agua contaminada como lo ha hecho la Comisión Nacional de Energía Atómica en todos los lugares del país donde desarrollo sus actividades.