*Por Angel Flores

Medios de comunicación y encuestadoras al término del 2021, se empecinaron en preguntar si ¿usted cree que el 2022 será mejor?, siempre hablando en la parte económica que es lo que más preocupa a los argentinos y en especial a los riojanos.

Los números no acompañan. El 43,8% de los argentinos se encontraba bajo la línea de la pobreza hacia octubre del 2021, mientras que el 65% de los chicos permanecía en esa condición. Así surge del relevamiento presentado en diciembre por el Observatorio de la Deuda Social elaborado por la UCA.

Pero en gran medida este fracaso se debe a lo acontecido en la última década, durante la cual Argentina ha sido el único país de la región en el cual la pobreza, medida en 5,5 dólares diarios, ha aumentado. Esta tendencia también lo confirman las mediciones del INDEC: la pobreza aumentó del 27% en 2013 al 40,6% en la actualidad. Y con las consecuencias que puede traer un posible acuerdo o no, con FMI.

El escenario para el gobernador Ricardo Quintela, no es el mejor. Las proyecciones indican devaluación de la moneda, más inflación y la resultante de esto, es más aumento de todos los precios en la vida cotidiana de cada uno de los riojanos. En una provincia que mantiene una planta permanente mantenida por el Estado, y que sigue sumando almas.

Las provincias más dependientes de los fondos coparticipables, según el Ministerio de Economía, son Formosa (93,4%), La Rioja (90,9%), Catamarca (89,76%), Chaco (86,7%), Jujuy (86,6%), San Juan (84,6%) y San Luis (79%). El resto recibió por coparticipación entre el 60% y el 76% de sus recursos totales, lo que ilustra el grado de importancia que tiene para todas las provincias en general.

Pero también hay errores propios. El avance en la Justicia riojana, da un tiño de impunidad ante cualquier denuncia de corrupción a todos los funcionarios. Los sueldos que siguen bajos, problema peronista que durante décadas no pueden solucionar. La infraestructura de las ciudades y pueblos. ¿Hace cuanto no se realiza una obra de importancia?, sacando algunas como la recuperación de espacios verdes. Caminitos y pasto, y unas pocas viviendas, nada que no pueda hacer cualquier gobierno.

Turistas que llegan lo manifiestan en cada visita. Durante décadas La Rioja no cambia, sumergida en el tiempo con la misma estructura y con las calles que son un desastre. “La Cuba Argentina”, dijo un conocido periodista porteño.

Las promesas electorales se repiten una y otra vez en cada en elección y La Rioja no crece. “La Ciudad de los Sueños”, se repite en el tiempo como algunos lo vaticinaron. “Ahora hay que cuidar la quintita”, dijo un alto ministro luego de la derrota electoral de las PASO a un periodista riojano.

Nepotismo en su máxima expresión, inseguridad, narcotráfico en crecimiento y una proyección nacional escasa de ideas, suma una resultante que solo el riojano de a pie lo padece todos los días. Nada alcanza.

Los datos indican que la clase media riojana ya es pobre, estadística oficial que nadie dice

En la reposera seguramente esto es tomado en cuenta por quién tiene en sus espaldas la responsabilidad de que esto cambie. Muchos sostienen que “ojalá sea Quintela el que cambie todo este desastre”, que hasta ahora, y en los hechos, es más de lo mismo.