La Reina Isabel II recibió a Carlos Menem en Inglaterra en octubre de 1998. No era la primera vez que un mandatario argentino pisaba el Palacio de Buckingham: Arturo Frondizi ya había estado allí en 1960, pero la presencia de Menem era significativa por la cuestión de Malvinas, cuando todavía faltaban diez meses para que Londres autorizara los vuelos de argentinos a las islas.
Isabel II tuvo un vínculo especial con la Argentina. Nunca viajó a Buenos Aires, pero sí lo hicieron integrantes de su familia. Su marido, Felipe, duque de Edimburgo, vino al país en 1962, justo en vísperas del golpe militar que derrocó a Frondizi. El príncipe consorte regresaría en 1966, ya en tiempos de Juan Carlos Onganía; y estaba en la capital argentina en 1992 por una reunión del Foro Mundial para la Naturaleza cuando Isabel II lo llamó para darle una de las noticias más tristes de su reinado: el incendio del castillo de Windsor.
Tres años más tarde tendría lugar la visita de Lady Di, ya separada del príncipe Carlos. A su vez, su consuegra, Susan Wright, (madre de Sarah Ferguson, esposa del príncipe Andrés), estaba casada en segundas nupcias con el polista argentino Héctor Barrantes. Susan Barrantes perdió la vida en un accidente de ruta en septiembre de 1998. Un mes más tarde se produjo un cara a cara muy especial en Londres: la Reina recibió a Carlos Menem.
El viaje al Reino Unido era una de las grandes ambiciones de Menem. No solamente se encontró con la Reina, sino que además vio a Tony Blair en la residencia oficial del Primer Ministro, 10 Downing Street. Había también un componente extra por Malvinas. Augusto Pinochet acababa de ser arrestado en Londres, el 16 de octubre de 1998, por pedido del juez español Baltasar Garzón y la expremier Margaret Thatcher salió a defender al antiguo dictador y recordó la ayuda chilena en el conflicto del Atlántico Sur. Menem se mostró contario al arresto de Pinochet y aseguró que no pediría explicaciones a su par Eduardo Frei.
En la víspera de su viaje, el presidente argentino concedió una entrevista a la televisión inglesa en la que sugirió una soberanía compartida. Blair descartó de cuajo esa posibilidad, en consonancia con la histórica posición inglesa, reforzada desde 1982, de no sentarse a negociar con la Argentina por las islas en litigio. Menem recogió el guante y deslizó que se podría hablar de autonomía. En una carta que publicó el diario sensacionalista The Sun se refirió a la guerra; luego se sabría que la misiva había sido supervisada por un vocero de Blair. La versión publicada en el tabloide decía que Menem “lamenta profundamente” lo sucedido entre abril y junio de 1982 en el archipiélago. La versión dsitribuida a los medios argentinos no contenía esa expresión. Menem diría que no era un pedido de disculpas.
El 26 de octubre de 1998, justo un año después de la derrota electoral del peronismo en las legislativas, Menem emprendió vuelo a Londres. Era el primer presidente argentino en visitar suelo británico desde el fin de la guerra. Había sido Menem quien, en febrero de 1990, y con Domingo Cavallo de canciller, restableció las relaciones diplomáticas. La mitad del gabinete y un nutrido grupo de empresarios integraron su comitiva.
Cerca del final de su vista, Menem jugó al golf en el mítico campo de St. Andrews, Escocia, y expresó su intención de volver.
La reina y la invitación a una visita a Argentina que nunca se concretó
El 28 de octubre se produjo la histórica imagen de Menem junto a la Reina. Ambos almorzaron en el Palacio de Buckingham. El mandatario le regaló una chalina de vicuña. Hablaron de caballos y Menem formalizó una invitación que nunca se cumplió: una visita de Isabel II a la Argentina. Ese mismo 28 de octubre, Menem honró en la catedral de St. Paul a los caídos británicos de 1982.
Dos días después, Menem se reunió con Blair y avanzaron sobre el levantamiento del embargo militar británico. Ambos gobiernos firmaron acuerdos de cooperación en Comercio e Inversiones, Defensa, Transporte, Deportes, Educación y Actividades espaciales. Más tarde, Menem negaría haber insinuado que su gobierno contemplaría los intereses de los kelpers en una eventual mesa de negociaciones.
En las horas finales de su visita, el Presidente jugó al golf en el mítico campo de St. Andrews, Escocia, y expresó su intención de viajar con su hija Zulemita al archipiélago. El 14 de julio de 1999 se anunció la autorización de Londres para los viajes de argentinos a las islas. Menem y su hija no viajaron a Puerto Argentino. Antes de eso, en marzo, la Reina respondió a su manera a la invitación de Menem: no vino a la Argentina, pero envió a su hijo Carlos.