Tras el ataque, con tintes mafiosos, que padeció la familia de Lionel Messi el pasado jueves en Rosario, varias imágenes quedaron en la retina colectiva. Por un lado, cámaras de televisión, móviles radiales y cronistas de diario recorrieron las inmediaciones del Supermarcado Único de los Roccuzzo, que padeció una balacera de, al menos, catorce disparos. También dio vueltas la carta amenazante contra el Diez de la Selección y la acusación al intendente de la ciudad santafesina, Pablo Jarkin. Una última también resonó, aunque más por el morbo y show televisivo: ese mismo jueves Amalia Granata recorrió el oeste rosarino disfrazada con un chaleco antibalas. Lo que se supo por estas horas es que la puesta en escena le salió por la culata a la diputada provincial. Es que el chaleco era, en realidad, uno de utilería para jugar al paintball y tras las acusaciones en redes, desde su entorno debieron aceptar que se trató algo “simbólico”.
Antes de que saliera a la luz su disfraz policiaco, Granata la había pasado mal en la recorrida por las calles de la Cuna de la Bandera. “Ahora se acuerdan del barrio y de Rosario. Habla de Rosario pero vive en Buenos Aires”, espetó un vecino de 27 de Febrero y Avellaneda a la diputada cuando caminaba con un móvil del canal A24. Otro residente, en cambio, hizo hincapié en la vestimenta de la expanelista: “No seas caradura. ¿Qué tenés ahí? ¿La gente tiene eso que vos tenés? Estás haciendo una payasada”, expuso. Y cerró: “Amalia, hace cuatro años que la votaron y no apareció nunca acá“.
“Algo simbólico”
Las sospechas de la puesta en escena en cuanto a la vestimenta de Granata y el periodista que la acompañó empezaron a circular en redes sociales. Allí, los internautas detectaron que había publicaciones en Mercado Libre que vendían esa misma prenda -definido como “chaleco táctico”- por un monto de 20 mil pesos. A ese detalle se le suma que la venta de chalecos antibalas no es libre en la Argentina y para poder utilizar uno es necesario tramitar un permiso en la Agencia Nacional de Materiales Controlados (Anmac) que justifique el uso de esa protección específica.
Ante esa situación, desde el entorno de la diputada provincial santafesina -aunque vive en Nordelta- deslizaron ante el medio Rosario3 la decisión de aparecer con chaleco fue algo “simbólico”. “Para que se dimensione la violencia que se está viviendo en Rosario”, fue el justificativo.