*Por Ángel Flores

La contadora María del Carmen Corzo, más conocida como “Marita”, asumió como presidenta de la OSUNLaR en diciembre de 2019. En el medio fue electa como vicerrectora de la UNLaR. A pesar de la ostensible incompatibilidad de los dos cargos, mantuvo ambos. Y de su mano, multiplicó sus ingresos (y su capacidad de endeudamiento). Esta investigación trata sobre eso.

No debería ser necesario explicar que nadie puede ejercer de manera correcta en simultáneo los cargos de vicerrectora de una universidad y presidenta del consejo directivo de una obra social. Son trabajos de dedicación exclusiva. Hay una evidente incompatibilidad horaria, pero también legal y de intereses.

Un ejemplo. Corzo creó su actual cuenta de Twitter en noviembre de 2021. No tiene ni un sólo tuit sobre su gestión en OSUNLaR, porque evidentemente la UNLaR le demanda muchísimo más tiempo.

Otro ejemplo. Según el artículo 22 del Estatuto de OSUNLaR, la fiscalización de las cuentas y el patrimonio la realiza un sindico, que es designado por el Consejo Superior de la UNLaR, un órgano que Corzo integra como vicerrectora. En otras palabras, Corzo es parte del grupo de personas que designa a quien la audita. Algo similar ocurrió en el pasado con el actual ministro de Educación, Ariel Martínez, que fue titular de la obra social y, al mismo tiempo, era secretario General de la UNLaR .

Pero hay algo peor. El artículo 15 del Estatuto establece que el Consejo Superior “ejercerá el control de la gestión y fiscalizará el cumplimiento del Estatuto por parte de las autoridades de OSUNLaR”. Es decir que Corzo no sólo elige al sindicato que la debe auditar, sino que se debe fiscalizar a sí misma. Es groseramente incompatible.

Pese a que el mandato de Corzo no está vencido, hay una convocatoria para elecciones en junio. Allí se deberían definir los miembros del consejo directivo, encargados de elegir al presidente de la obra social. Según explicaron las fuentes consultadas, “esa convocatoria la logró hacer generando quórum con un miembro suplente que no correspondía que estuviera presente”. Lo cierto es que el llamado a votar existe y tiene que ver con una estrategia frustrada de “Marita” de colocar a un alfil en su lugar, un tema que en los próximos días será contado por este medio. La contadora ha perdido poder y corre riesgo de que el nuevo síndico, que no le responde, vaya a fondo con una auditoría.

Una pulpa llamada Marita

Este medio ya explicó en su última investigación cómo Corzo aprovechó su mandato para “ubicar” a sus familiares en OSUNLaR u otros rincones del “mundo UNLaR”.  

Al margen de las sospechas de negociados que hay en el ámbito universitario por la fallida compra de inmuebles en Córdoba, hay pruebas muy sólidas que permitirían confirmar que Corzo se enriqueció en este período gracias a los múltiples sueldos que recibió.

EL FEDERAL ONLINE corroboró a través de bases de datos públicas que por lo menos hasta diciembre de 2021, Corzo tuvo aportes de seguridad social y contribuciones patronales a la obra social por parte de OSUNLaR y de la UNLaR, pero también del gobierno provincial.

Esto es un indicio más que sugestivo de que estuvo cobrando tres sueldos al mismo tiempo, porque esos aportes los realizan los empleadores de trabajadores en relación de dependencia. 

Absolutamente todas las fuentes consultadas coincidieron en que Corzo sigue cobrando al menos dos sueldos, de OSUNLaR y de la UNLaR, lo que podría alcanzar un millonario ingreso mensual.  

En efecto, EL FEDERAL ONLINE no encontró ninguna constancia o declaración de que Corzo esté ejerciendo ad honorem sus cargos.  

Tampoco este medio pudo detectar cuál es o fue su función en alguna instancia provincial o municipal, como para tener aportes patronales del Ejecutivo provincial. Una fuente aseguró que es ñoqui, pero el datoi no se pudo corroborar para esta investigación. 

En estos años de incompatibilidades, Corzo llevó sus niveles de endeudamiento a cifras altísimas para una persona que trabaja en relación de dependencia. En octubre, por caso, tenía una deuda millonaria por gastos con tarjeta de crédito del Banco Patagonia, según registros públicos del Banco Central. Eso sí: pagaba religiosamente a tiempo, lo que demostraría también una enorme capacidad económica, aunque esto podría deberse también a que tenga a su nombre alguna tarjeta que en realidad sería de OSUNLaR. En ese caso, la pregunta sería “¿por qué?”.

Como sea, en unos días EL FEDERAL ONLINE se centrará en la delicada situación de Corzo, que desistió de su voluntad de ubicar en su lugar a un supuesto acusado por violencia de género. Al igual que su compañero de fórmula en la UNLaR, la contadora incumplió muchos acuerdos luego de asumir, ganó más enemigos que amigos y va camino a transitar unos meses que la tendrán en el ojo de la tormenta.

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