*Por el Equipo de EL FEDERAL ONLINE

Un inesperado cruce de declaraciones ocurrió en los últimos días en redes sociales. Luego de que el diputado provincial Martín Menem asegurara (en una entrevista con Medios Rioja que todavía no se publicó) que los femicidios en Argentina aumentaron a pesar de la creación del Ministerio de Mujeres, la secretaria de Mujer y Diversidad de La Rioja, Karena Navarro, salió a contestarle.

¿Qué dijo Martín Menem? “Crearon el Ministerio de la Mujer y los femicidios no disminuyeron. Inauguran instituciones sólo para ubicar a sus amigos y no para resolver problemas”, sostuvo.

¿Qué le contestó Karena Navarro? “Desde 2019 con la jerarquización del Ministerio de las Mujeres, las tasas de femicidios se redujeron, siendo las más bajas desde el 2014 a nivel nacional. La planificación de políticas públicas de género nos permite prevenir las violencias, promover condiciones de igualdad y autonomía para mujeres y diversidades”.

¿Qué dicen las estadísticas? La Asociación Civil La Casa del Encuentro Observatorio “Adriana Marisel Zambrano” fue el primer grupo en realizar estadísticas sobre la cantidad de femicidios en el país, diferenciados de los homicidios dolosos. El relevamiento comenzó en 2008, con 208 muertes y las cifras fueron in crescendo durante los años siguientes. Lo que sigue son los femicidios y transfemicidios por año:

  • Año: 2022 = 301
  • Año: 2021 = 305
  • Año 2020 = 300
  • Año 2019 = 299
  • Año 2018 = 273
  • Año 2017 = 295
  • Año 2016 = 290
  • Año 2015 = 286
  • Año 2014 = 277
  • Año 2013 = 295
  • Año 2012 = 255
  • Año 2011 = 282
  • Año 2010 = 260
  • Año 2009 = 231
  • Año 2008 = 208

En contraposición, la tasa de homicidios dolosos en la Argentina sí se redujo considerablemente en el tiempo. Hoy es la mitad de lo que era en el 2002.

La pregunta del millón es por qué no bajan los femicidios. En 2015, el movimiento #NiUnaMenos logró visibilizar el problema y desde entonces se llevaron adelante numerosas medidas, pero entre los que militan en contra de la violencia contra las mujeres por afuera de los partidos políticos hay cierto consenso de que las iniciativas están a mitad de camino y falta un largo trecho por recorrer.

El primer paso fue mejorar las estadísticas, para tener una imagen realista del problema, lo que permitirá dar una respuesta más certera. Por eso se creó una base de datos que depende de la Corte Suprema de Justicia.

También se fomentó la Educación Sexual Integral (ESI), que está lejos de ser pura venta de “ideología de género”, como dicen sus críticos. Se implementaron líneas de asistencia para víctimas y redes y espacios de contención, se sancionó la Ley Micaela y, finalmente, se creó el ministerio que ahora abrió la polémica entre Navarro y Menem. A partir de allí se impulsaron programas, como “Acompañar” y “Reparar en comunidad”.

¿Qué se puede mejorar? Demasiado.

Lo primero que hay que aclarar es que algunos de los aportes realizados en los últimos años ayudaron muchísimo, sobre todo a mujeres que estaban sufriendo violencia de género y que no contaban con herramientas para superar esa situación. Pero también hay déficits a los que hay que atender. Un ejemplo: falta trabajo en el territorio para que la información llegue a todos los rincones del país, sobre todo a las zonas rurales, donde las estadísticas son alarmantes. Una posibilidad es fortalcer a los municipios para lograr una asistencia más cercana e inmediata.

Buena parte de las críticas constructivas apuntan a terminar con la superposición de funciones entre Estados nacional, provincial y municipal. En ese sentido, otro de los temas que siempre se mencionan es unificar el sistema de denuncias. Aunque se elaboró un proyecto en 2020, todavía no se implementó y muchas jurisdicciones ni siquiera adhirieron.

Los “libertarios” como Martín Menem plantean que la línea 144 sólo genera confusión, pues para ello existe el 911, pero del otro lado le contestan que se necesita asistencia personalizada y recuerdan lo que ocurrió con el caso de Deolinda Torres en La Rioja, cuya denuncia fue tratada como un caso más y terminó con la mujer asesinada por su ex pareja.

Otra de las trabas a la hora de combatir la violencia de género tiene que ver con el largo proceso judicial que conlleva realizar una denuncia. Hay muchas barreras de acceso a la justicia y falta de articulación en las respuestas entre el Poder Ejecutivo y el Judicial que todavía no se han logrado resolver. La muerte de Laura Vega en La Rioja es un claro ejemplo de que la provincia debe mejorar en ese sentido.

Más allá del debate entre Navarro y Menem, hay un certeza en todo esto y es que es un problema grave y real. Ni siquiera debería haber una barrera ideológica entre ellos, porque hasta los liberales afirman cuidar la vida es un deber del Estado. El gran interrogante es cómo hacerlo. Por eso es bueno que haya debate, siempre y cuando el objetivo sea mejorar y no defender o chicanear para sumar seguidores en Twitter.