*Por el Equipo de El Federal Online
Como adelantó ayer EL FEDERAL ONLINE, se viven horas clave en la investigación por el crimen del playero Jorge Gómez, asesinado en el frente de su casa en Chilecito en la madrugada del domingo. Ayer prestó declaración indagatoria Emanuel Logiurato, el primer detenido, quien confresó el crimen, pero brindó una versión dudosa. Hoy, en tanto, se entregó Lucas Illanes, acusado de ser el chofer que llevó a los dos asesinos hasta la casa de la víctima.
Fuentes judiciales revelaron que Logiurato declaró que todo se trató de un autorrobo que “se fue de las manos”. Relató que Gómez guardaba droga que no era de él, que le había contado que estaba incómodo con la situación, que acordó un robo con violencia para disimular frente a las cámaras y que para ello contrató a P., que todavía está prófugo, y a Illanes.
Este último es sobrino de la jueza Virginia Illanes. Se entregó en el Juzgado de Instrucción Nº 1 junto a sus abogados Rolando Vaca y Miguel Oliva. Está acusado de ser la persona que manejaba el auto en el que escaparon Logiurato y P. tras cometer el crimen. Este jueves fue indagado.
Por lo pronto, el fiscal Diego Torres Pagnussat contó al Diario de Chilecito que promovió acción penal contra Logiurato, quien quedó acusado por los delitos de homicidio agravado por alevosía y criminis causa, es decir, cometido para asegurar la comisión de otro delito, en este caso, un robo. Habrá que ver qué figura le aplica a Illanes.
El objetivo de la confesión de Logiurato parecería ser evitar ser condenado por homicidio agravado y, por ende, a prisión perpetua. Por eso alegó que todo estaba planificado, pero salió mal, que estaba muy drogado y que nunca quiso matar a Gómez, a quien conocía.
Mientras, ya hubo seis allanamientos por el caso y la policía sigue buscando a P., la otra persona sospechada de haber ingresado a la casa de Gómez junto a Logiurato.
En paralelo, hay otra causa abierta por narcotráfico contra un sujeto de apellido Nieves, apodado “Pelado”, quien los investigadores sospechan que podría ser el dueño de los 2,6 kilos de cocaína hallados en la casa de la víctima, pero que por ahora no fue acusado en el otro expediente.