[REDACCIÓN EL FEDERAL] Huaco es, desde hace tiempo, tierra de nadie. Sobretodo cuando se acaba el calor y desaparecen los visitantes que buscan el río. Los robos a casas de fin de semana se multiplican, pero tienen sólo dos policías, menos de los que había antes de la pandemia, quizás por un problema político. Los vecinos reclaman que haya presencia policial permanente en la posta del pueblo.
“Sólo hay dos policías, pero durante varios días a la semana no están ni los perros, porque se turnan cada 24 horas y hay días en los que no viene nadie”, lamentan a EL FEDERAL ONLINE un grupo de vecinos que accedieron a dar una entrevista.
Son varios los vecinos que han advertido esta situación. “El último robo fue tremendo, el miércoles anterior a Semana Santa, en una casa en diagonal a la posta policial. Se llevaron dos televisores, el microondas, la bomba de agua, una desmalezadora, una bordadora… le sacaron todo”, recordaron.
A renglón seguido aclararon que es lo habitual, lo mismo que ya ocurrió en otras viviendas: los delincuentes ingresan cuando no hay nadie y se llevan todo lo que pueden, desde un tanque de agua hasta un aire acondicionado. Aunque también subrayan que robaron la bomba del camping de Vialidad, junto a toda la parte eléctrica y el tablero.
“Los robos son en todo el pueblo, desde la entrada de Huaco hasta el final. Hasta del Paseo de los Sauces se llevaron un portón de hierro que cortaron con una amoladora”, recordaron los vecinos.
La enorme mayoría de los casos, coinciden, no se esclarecen. Sólo recuerdan uno en el que se detuvo a unas personas en la zona del Parque de los Dinosaurios, porque los había visto una vecina y justo andaba un patrullero de Sanagasta por la zona. Pero en general no hay testigos. Se preguntan si acaso hay un trabajo de inteligencia previa o alguien de la zona les pasa la información.
Lo cierto es que el reclamo común es que haya más seguridad. De mínima, piden presencia policial permanente. De máxima, que instalen cámaras.
Los vecinos cuentan que la posta policial cerró durante la pandemia, pero nunca reabrió, hasta que hace poco lograron que vuelvan tres policías, pero dos de ellos fueron trasladados a otro departamento y uno finalmente regresó. Hay un rumor de que esos traslados tuvieron que ver con una pelea entre el intendente Federico Sbíroli y su antecesor, José Aparicio.
Como sea, la posta policial hoy no tiene presencia de uniformados a diario y nunca hay más de uno de los dos policías que están asignados al pueblo. Algunos vecinos enviaron peticiones por escrito al Ministerio de Seguridad provincial y al diputado Hernán Gurgone, pero no obtuvieron respuestas concretas. Dicen que el comisario Germán Llerena apenas les dijo por WhatsApp que están trabajando y que en algunas ocasiones contestó de mala manera.
Hace unos días las autoridades estuvieron colocando luminarias, tras un pedido de los vecinos y una nota en la radio local FM Ruta. Pero esperan mucho más para que no siga habiendo tantos robos. La presencia policial permanente y las cámaras podrían ser un elemento para disuadir a los delincuentes.