El hecho se dio durante el mediodía del domingo en el cementerio municipal, cuando efectivos policiales entrevistaron a la ciudadana de apellido Gaitán, quien adujo que el sábado habrían ingresado a robar, rompiendo la puerta del mausoleo.

Miguelito nació en la Banda Florida, ubicada en las bandas del río Bermejo en las vecindades a Villa Unión, pequeña ciudad que es capital del departamento Coronel Felipe Varela de la provincia argentina de La Rioja. Fue el duodécimo hijo del matrimonio constituido por Nery Olguín y Barnabás Gaitán (quien tuvo quince hijos, de los cuales solo nueve sobrevivieron). Miguelito falleció el 24 de junio de 1967 cuando era urgentemente transportado por una ambulancia hacia un hospital de Chilecito.

Su cadáver se mantuvo muy bien conservado, como se descubrió después de una tormenta violenta ocurrida en 1973, siete años después de su muerte, la cual desenterró el ataúd del bebé.

Después de cuatro intentos de construir tumbas para albergar el ataúd, las mismas se derrumbaban al día siguiente dejando a la vista el pequeño ataúd. Por consiguiente, los vecinos decidieron mantener el ataúd a la intemperie. Pero entonces la tapa del ataúd apareció removida. Esto hizo suponer a la gente que el cuerpo debía estar a la vista, por tal motivo su madre finalmente transfirió el cuerpo del pequeño niño a un ataúd con una tapa de vidrio, en el que permanece hasta el presente, siendo venerado por gente de toda la Argentina, que recurre a él por milagros, al considerarlo un santo popular.

Ha obtenido alguna fama internacional, siendo su caso extraordinario cubierto por varios periódicos, entre ellos el New York Times.