Al igual que otras actividades, la conectividad a Internet recibe el impacto fiscal de Ingresos Brutos, el impuesto provincial que encarece “en cascada” los servicios que finalmente deberá pagar el usuario final. A pesar de lo vital que resulta para todos los ámbitos, los gobiernos provinciales aplican una alícuota de Ingresos Brutos promedio del 4,21% a las empresas que ofrecen el acceso a Internet.

Cuatro distritos se destacan por cobrar alícuotas más elevadas, del 5,5%: Chubut, Neuquén, La Rioja Tucumán. En el otro extremo, Tierra del Fuego aplica un 2,5% y Corrientes un 2,9% al servicio de conectividad a Internet. La provincia de Buenos Aires también se ubica entre las más gravosas, con una alícuota del 5%, mientras que en CABA las empresas pagan un 4%.

Los datos del ránking de Ingresos Brutos para las empresas que prestan servicios de conectividad a Internet surgen de un relevamiento realizado por el Centro de Estudios en Finanzas Públicas de la Universidad Nacional de La Plata (CEFIP-UNLP). El trabajo fue presentado por la Cámara Argentina de Internet (CABASE) en la celebración del Internet Day 2025, un evento que congregó a empresas y expertos del sector.

Al igual que la provincia de Buenos Aires, también cobran una alícuota del 5% La Pampa, Santa Fe y Entre Ríos. San Luis aplica el 4,20% en línea con el promedio de los 24 distritos.

Por debajo de ese nivel, con el 4% aparecen CABA, Catamarca, Córdoba, Mendoza, Río Negro, Formosa, Misiones Santa Cruz. Y con un tributo menor al 4% se encuentran Chaco (3,5%), Salta (3%) y Santiago del Estero (3%), además de las ya mencionadas Corrientes (2,9%) y Tierra del Fuego (2,5%).

El informe de CEFIP-UNLP, asegura que “la Argentina se caracteriza por un sistema tributario sobredimensionado y complejo, que contempla 148 diferentes tributos entre los niveles de gobierno nacional, provincial y municipal, de los cuales 10 tributos colectan el 91% de la recaudación total”.

De acuerdo con estudio, el sector de servicios de acceso a internet está sujeto a más de 20 tributos y tasas de diferente índole. Por ello, su carga tributaria promedia el 41,5% y varía en un rango entre 38,6% a 44,5% “en función del tamaño de la empresa, el modelo de prestación del servicio, la estructura de costos y la localización geográfica”, ya que allí aparecen las diferencias de lo que cobra cada distrito provincial y municipal.

“Nos preocupa el hecho de una creciente presión tributaria, especialmente en materia de Ingresos Brutos y de tasas municipales, que impactan negativamente en nuestra industria y representan una baja en las inversiones” señaló Ariel Graizer, presidente de la CABASE.

El impacto negativo de la carga fiscal, explicó Graizer, se produce especialmente “en las localidades más aisladas de nuestro país, donde las pymes y cooperativas son los actores centrales para llevar la conectividad y lograr así una Internet cada vez más inclusiva y federal”.

Durante su presentación en la apertura del Internet Day 2025, el titular de CABASE expresó: “Somos una industria que habilita el desarrollo de los principales mercados verticales e industrias del país, en el contexto de una economía cada vez más digital. Por eso, es vital que podamos resolver las asignaturas pendientes que tenemos a nivel nacional, pero también en cada una de las localidades de nuestro país, en materia de regulaciones, impuestos, de tasas municipales y de libre competencia a través de políticas públicas que nos impulsen en lugar de frenarnos”.

Mariela Pistorio, una de las responsables del estudio de CEFIP-UNLP señaló el efecto negativo de Ingresos Brutos, al que consideró “un impuesto malo desde el punto de vista de la eficiencia económica, un efecto cascada y tiene un fuerte sesgo anti-exportador”.

A la vez, mencionó otras desventajas del tributo y las dificultades para modificarlo: “Representa cerca del 80% de la recaudación provincial, no es visible ni requiere indexación, con lo cual una reforma sobre este requerirá un importante nivel de acuerdo político”.