[REDACCIÓN EL FEDERAL] Este miércoles por la noche, la policía de La Rioja secuestró una Volkswagen Amarok gris en cumplimiento de un oficio judicial firmado por el juez Héctor Barría, en el marco de una causa iniciada por una persecución policial ocurrida el lunes pasado en la ciudad Capital. El caso fue noticia en toda la provincia.
El procedimiento fue ejecutado por efectivos de la comisaría sexta, quienes retiraron la camioneta del Predio N°2 de Tránsito y Seguridad Vial, donde estaba resguardada, y la trasladaron a la dependencia policial. También se entregaron las llaves del vehículo, según indicaron fuentes policiales.
Las mismas fuentes explicaron a EL FEDERAL ONLINE que la medida está relacionada con un hecho ocurrido el pasado 16 de junio en el barrio Malvinas, donde -según consta en el parte policial- el conductor del vehículo, M.S.M. (37) y su acompañante F.A.R. (33) escaparon de un control policial cuando se les pidió que detuvieran la marcha.
En medio de la huida, S.E.M. (25), quien viajaba en la parte trasera, de acuerdo al parte policial, salió despedido del rodado a alta velocidad y quedó inconsciente sobre el asfalto. Fue asistido por personal médico y trasladado al hospital Vera Barros, donde quedó internado en terapia intensiva con un fuerte golpe en el rostro.
La persecución terminó sobre Ruta Nacional 38, frente al concesionario Más Autos, donde los ocupantes fueron finalmente demorados. De acurdo al parte policial, tenían fuerte olor etílico. El test de alcoholemia al conductor le dio 1,29 g/l, mientras que la prueba arrojó 1,17 g/l al joven herido, que luego se confirmó que es cadete de la Policía.
Desde el entorno familiar de los involucrados negaron que hayan escapado del control ni que el cadete de policía se haya tirado del vehículo, sino que al bajar del rodado fue golpeado por la policía.
Las fuentes de la policía consultadas, en cambio, aseguran que el cadete saltó del vehículo mientras circulaba a más de 100 km/h y que todo quedó registrado en las cámaras del móvil policial. También afirmaron que la persecución se habría iniciado tras una sospecha de compra de drogas, aunque no se les halló ninguna sustancia.
Pese a la gravedad del hecho y a la velocidad con la que se desplazaba el vehículo, según las fuentes, los sumariantes no iniciaron una causa penal por maniobras peligrosas (artículo 193 del Código Penal), sino que se limitaron a labrar un acta por infracción al decreto 840, que castiga la conducción bajo efectos del alcohol y se encuadra como contravención en la provincia.
El secuestro del vehículo, ordenado a pocos días del incidente, vuelve a poner sobre la mesa las distintas versiones sobre lo ocurrido y el accionar tanto de los involucrados como del personal policial.