Un hecho doloroso que pudo haberse evitado

Profunda consternación generó entre estudiantes y personal de la Universidad Nacional de La Rioja (UNLaR) la muerte de un perro muy querido que habitaba en el predio universitario. El animal, de unos cinco años, fue atropellado en las inmediaciones del campus la semana pasada y, pese a la rápida llegada de los socorristas, ya no había nada que hacer: su corazón había dejado de latir.

El dolor, el silencio y el entierro improvisado dejaron al descubierto una verdad incómoda: la falta de cuidado y empatía que muchas veces afecta a los animales que conviven entre nosotros. Este no fue un simple accidente, sino un llamado de atención.

Cada vehículo que circula sin precaución, cada gesto de indiferencia ante un animal indefenso, puede transformarse en una tragedia evitable. No se trata solo de un perro; se trata de respeto, responsabilidad y humanidad.

Hoy, la comunidad universitaria despide a este compañero peludo con tristeza y reflexión. Ojalá su partida sirva para recordarnos que toda vida —humana o animal— merece ser cuidada y protegida.

Con información de Rioja Noticias