*Por Juan Pablo Parrilla y Ángel Flores
El ex secretario Administrativo Financiero de la Universidad Nacional de La Rioja (UNLaR), Carlos Vilte, ratificó el jueves pasado ante el Consejo Superior su acusación por corrupción en el seno de la casa de estudios. EL FEDERAL irá desglosando en los próximos días los detalles de esa denuncia presentada en la justicia federal, entre otros temas. En esta nota, la guerra por la administración de una cuenta en el Banco Patagonia por la que anualmente circulan millones de pesos
El 21 de diciembre del año pasado Vilte fue nombrado como Secretario Administrativo Financiero de la UNLAR. Según denunció, una semana después, el rector Daniel Quiroga, a quien había apoyado en las elecciones, lo citó a una reunión en la que estuvieron presentes el funcionario provincial Néstor Trinchera y la contadora Maricel Sánchez. Los presentó como su “asesor político” y la flamante “subsecretaria Administrativo Financiera”, respectivamente.
En ese encuentro, Vilte contó que Trinchera le pidió el pago de gastos reservados o gastos de representación para Quiroga, porque tenían que abonar los gastos que el rector había hecho en alojamiento, comida y servicios de lavandería en el hotel Avant. Al parecer, en octubre de 2021 el pediatra había abandonado el albergue universitario en el que vivió completamente aislado y sólo durante la cuarentena, y se había alojado en el hotel.
La respuesta de Vilte fue que los gastos reservados o de representación “no existen” en la UNLAR, por lo que la contadora Sánchez, según el escrito presentado en la justicia federal, aseguró que “iban a disponer del canon del banco Patagonia”.
¿Qué es ese canon? La UNLAR tiene una sola cuenta en el Banco Patagonia con la que abona los sueldos. Por ese servicio, el banco le paga a la universidad un canon, que en enero de 2021 era de 40 millones de pesos. Ese dinero, por mandato del Consejo Superior, se usa para el pago de becas. Según la denuncia, Quiroga, Trinchera y Sánchez lo quisieron destinar a la creación de una caja de fondos reservados.
Vilte recordó que en los primeros días de enero desde el Banco Patagonia llamaron a la oficina de liquidación de haberes de la UNLAR y dijeron que Maricel Sánchez y Néstor Trinchera habían querido sacar dinero de la cuenta de la universidad. La contadora Sánchez había conseguido ser una firma autorizada para administrar la cuenta, pero necesitaba otra firma de un superior y hasta el momento ninguno había hecho los trámites en el banco.
En ese contexto, a mediados de enero Vilte acompañó a Quiroga y la vice, Marita Corzo, a la oficinas del Banco Patagonia para registrar sus firmas. Y cuando parecían calmarse las aguas, a dos días de tener que pagar los sueldos de enero, Vilte relató que el tesorero Sergio Rodríguez y el jefe de Liquidación de Haberes, Román Ormeña, lo fueron a ver para decirle que no podían realizar pagos ni transferencias ni dar de alta a las nuevas designaciones, algo que habían podido hacer sin autorización desde hace 20 años.
Vilte, entonces, intentó entrar a la cuenta con su clave y tampoco pudo. Alguien los había bloqueado a todos. Luego llamó al gerente del Banco Patagonia, Oscar Pacheco, quien habría informado que la administradora de la cuenta era Maricel Sánchez y la única firma registrada autorizada era la de Daniel Quiroga. El rector tenía el control absoluto de la caja.
No está claro qué ocurrirá con el canon del Banco Patagonia. Por eso Vilte llamó al Consejo Superior a defender el destino de ese dinero, que hasta ahora se usaba para becas. También pidió que la justicia federal le envíe un oficio al banco para pedirle información sobre los movimientos en la cuenta y corroborar sus dichos contra Quiroga, quien no contestó a los mensajes de EL FEDERAL para dar explicaciones sobre la denuncia.
La disputa que siguió entre Vilte y su ex aliado Daniel Quiroga fue por un pedido unos 600 mil pesos de viáticos para el rector y Trinchera. EL FEDERAL lo contará en la próxima publicación de esta investigación.