Un polémico hecho ocurrió en medio de la audiencia en un juicio donde se acusa a una mujer trans de abusar sexualmente de sus tres sobrinos menores de edad en La Rioja. El abogado defensor de la acusada sostuvo en su alegato que, como no está probado que la mujer tenga sus genitales, no estaba probada la penetración contra sus víctimas y, por ende, no había existido el abuso. En los próximos días, los jueces darán el veredicto final.
Los alegatos antes de la audiencia final ocurrieron este miércoles en la sala de la Asociación de Magistrados. Allí, el Tribunal de la Cámara Tercera en lo Criminal y Correccional, integrado por los jueces Sara Alicia López Douglas, Karina Daniela Cabral y Jorge Gamal Abdel Chamía, lleva adelante el juicio contra Yovana A. R. V., acusada por los delitos de abuso sexual con acceso carnal gravemente ultrajante y corrupción de menores, y abuso sexual calificado agravado por la preexistencia de la convivencia.
Los brutales ataques de los que se acusan a la mujer ocurrieron entre 2015 y de 2016. Según la imputación en su contra, la sospechosa convivía con sus tres sobrinos y su hermana. Dentro de la casa, cuando la madre de los niños trabajaba, a través de violencia física y amenazas, habría atacado al niño mayor, de 9 años. Denunciaron que sufrió manoseos y distintos actos de contenido sexual. Incluso, a su hermano, de 7, y al menor, de pocos meses, les habría realizado tocamientos.
Así, este miércoles, el abogado defensor de la mujer, Daniel Moreno, cuando fue su turno de brindar los alegatos, sostuvo frente al Tribunal que en el juicio no se probó que Yovana tenga genitales masculinos, con lo cual no se puede asegurar que haya accedido carnalmente a uno de los menores. Del mismo modo, consideró que ninguno de los hechos que se le acusan quedaron debidamente probados, por lo que Yovana goza del principio de inocencia.
También, basó sus alegatos en la “buena conducta” de la mujer, a la cual hicieron mención varios testigos y dijo que tampoco tenía antecedentes penales. Así, el abogado Moreno pidió su absolución.
El representante de la familia de las víctimas, Pablo Cubillo, consideró que durante el proceso quedó probado que la imputada es culpable de los delitos de los que se le acusa. Indicó que los testimonios de los menores víctimas fueron coherentes y coinciden con los informes médicos y psicológicos. También hizo un fuerte hincapié en las secuelas actuales y a futuro que los hechos provocaron, y provocarán en los niños.
En el juicio se proyectaron las Cámara Gesell que se les realizó a los menores como una de las pruebas fundamentes contra la mujer acusada.
Por su parte, en representación del Ministerio Público Fiscal, los fiscales, Rafael López y José Oliveros Icazatti, sostuvieron que no se habían reunido los elementos suficientes para sostener la acusación de abuso sexual agravado por la preexistencia de la convivencia en perjuicio de su sobrino de pocos meses de edad. Por eso, mantuvieron la acusación en perjuicio de sus sobrinos de 10 y 7 años.
En ese marco, desde Fiscalía analizaron las pruebas testimoniales y documentales, haciendo foco en los informes médicos que, según los fiscales, comprueban la existencia de acceso carnal en uno de los menores.
También, los informes psicológicos, que evidencian el estrés postraumático, problemas escolares, angustia, ansiedad que sufren ambos niños, a raíz de los abusos. Así, luego de los alegatos, solicitaron 20 años de prisión efectiva para la acusada.