El expresidente Alberto Fernández violó la medida cautelar que el juez Julián Ercolini le había impuesto para restringir sus comunicaciones y contacto con quien lo denunció por posibles delitos de violencia de género, la ex primera dama, Fabiola Yánez.

Al inicio de este expediente -en el que Fernández ya tiene un pedido de declaración indagatoria solicitado por el fiscal Ramiro González-, la Justicia le prohibió al ex jefe de Estado tomar contacto de cualquier tipo con Yáñez, e incluso también se le impuso una prohibición de salida del país.

Según confirmaron fuentes que conocen la trama del caso Fabiola, el expresidente rompió esa veda judicial el viernes pasado.

La abogada de Yañez, la doctora Mariana Gallego, denunció en el juzgado de Ercolini que Fernández utilizó el “celular de su hijo Francisco (el cual maneja también la abuela materna del niño Sra Verdugo, número…)” para enviar un mensaje que la ex primera dama consideró que tenía como “objeto” el de “perturbar” su “estabilidad emocional” y podría ser considerado una “violación a la medida cautelar” dictada en su contra.

Lo que ocurrió es que el jueves pasado, a las 18:51 hora de España, el expresidente efectivamente usó el chat de Whatsapp del número de teléfono denunciado para mandar el link de una nota periodística de Eldisenso.com, titulada “Mentiras e inconsistencias en el relato de la familia Yañez”.

De acuerdo a las capturas de pantalla presentadas por la doctora Gallego, después de tener una comunicación por videollamada con su hijo Francisco, Fernández envió a ese mismo chat dos links diferentes para leer el mismo artículo antes mencionado.

Francisco Fernández Yañez tiene dos años de edad, lo cual demuestra que los links de Eldisenso.com no lo tenían como destinatario final.

Clarín pudo saber que, alertado quizás por sus abogados defensores del escrito que había presentado en tribunales la doctora Gallego sobre el incumplimiento de la medida cautelar con restricciones, el mismo Fernández borró del chat con el que se comunica con su hijo los dos links considerados como intimidantes por la mamá de su hijo.

Tarde, Yañez ya había tomado capturas de pantalla sobre esa acción sorprendente si se tiene en cuenta que el ex jefe de Estado es abogado penalista, por lo que debería haberse preservado de realizar una comunicación como la que ya era en vano intentar aparentar como que no había existido.

El juez Ercolini consideró que Fernández había violado la medida cautelar con restricciones que se había dictado para proteger a Yañez e intimó al expresidente a “cesar de forma inmediata todo acto de perturbación e intimidación” que realice hacia Fabiola Yañez, ya sea de modo “analógico” o “digital”.

El magistrado también le ordenó al expresidente que solo se comunique con la familia de Yañez para cuestiones que tengan que ver con el trato vincular con su hijo, y nada más.

El juez Ercolini alertó sobre lo evidente: determinó que de “persistir” estas comunicaciones e “incumplimientos”, se podrá considerar que son “actos de obstrucción de Justicia”.

La obstrucción de Justicia es una de las causales que se considera para dictar prisión preventiva a los involucrados en esas irregularidades graves.

En la Justicia llamó la atención el accionar del expresidente. Si la querella hubiera pedido una orden de detención contra Fernández, el caso se habría analizado, dijeron fuentes que conocen la trama del expediente Yañez.

Pero la exprimera dama repitió varias veces a interlocutores de confianza que su intención no es que Fernández termine en prisión.

Lo cierto es que el fiscal Ramiro González le pidió al juez de la causa la declaración indagatoria de Fernández por considerarlo autor de los delitos de lesiones graves agravadas en el contexto de violencia de género y contra su pareja; lesiones leves agravadas en el contexto de violencia de género y contra su pareja reiteradas en dos oportunidades; y amenazas coercitivas.

De probarse en un juicio oral y público que el ex presidente cometió todos esos delitos, podría ser condenado con hasta 18 años de cárcel.

El dictamen del fiscal González se extiende por 159 páginas rotundas en pruebas testimoniales, digitales, audiovisuales y testimoniales respecto a lo denunciado por Yáñez. El ex presidente no logró presentar un solo testimonio sólido que lo favorezca al menos hasta este momento de la instrucción. La fecha de la indagatoria será decisión del juez Ercolini.

Fue una mala semana judicial para Fernández. La Cámara Federal rechazó un pedido de su defensa que intentó recusar al fiscal ante ese tribunal de alzada. La indagatoria es un hecho. La misma instancia judicial deberá enfrentar, por primera vez desde que dejó el poder en el caso en el que es investigado por posibles actos de corrupción en la contratación de brokers de seguro.

Fernández entrará el 20 de noviembre a los tribunales de Comodoro Py para defenderse en esa causa también investigada por Ercolini.

Fernández pasará a la historia por haber sido, por ahora, el expresidente de la Nación Argentina que más rápido fue llamado a indagatoria en un caso de corrupción tras dejar el poder. Hace solo 11 meses aún era titular del Poder Ejecutivo. A este escenario se le sumará, en el corto plazo, la fecha de su segura segunda indagatoria, pero por una causa de violencia de género.

En los dos expedientes, Fernández solo intentó defenderse mediante ardides legales típicos de quienes solo buscan retrasar una investigación en su contra, y hasta buscó remover al juez y al fiscal. En principio, no son acciones que denoten transparencia. La Justicia dirá.