Un grave episodio de violencia vecinal se produjo en la tarde del domingo en la calle Capdevila del barrio 26 de Mayo, en la ciudad de La Rioja, cuando un grupo de residentes intentó incendiar una vivienda tras acusar a sus ocupantes de participar en el robo de teléfonos celulares. La rápida intervención de la Policía evitó que la situación escalara a mayores daños, aunque el clima de tensión fue extremo durante varias horas, según informaron fuentes policiales.
El conflicto se originó luego de que una de las víctimas del robo rastreara uno de los dispositivos sustraídos hasta el domicilio en cuestión. Al conocerse esta información, numerosos vecinos se congregaron frente a la vivienda, exigiendo explicaciones y manifestando su intención de prenderle fuego. Ante la gravedad de la amenaza, personal de la comisaría sexta acudió al lugar, recibiendo apoyo del Departamento Motorizado para contener a la multitud.
De acuerdo a fuentes policiales, la moradora de la casa, identificada por el apellido Vargas, y su hijo, Moreno Vargas, fueron señalados por los vecinos como presuntos implicados en el robo ocurrido durante la madrugada.
En su defensa, Moreno Vargas relató a los efectivos que un individuo apodado “Toro”, residente del barrio Las Agaves, le habría dejado dos teléfonos Samsung para ser formateados, uno de los cuales aún permanecía en la vivienda. Este aparato fue recuperado y entregado voluntariamente a la Policía.
Por disposición del Juzgado en feria, a cargo del Dr. Héctor Daniel Barría, se notificó a Moreno Vargas por el presunto delito de encubrimiento, conforme al artículo 277 del Código Penal Argentino, y se procedió al secuestro del celular como elemento de prueba.
Mientras el sospechoso era trasladado al patrullero, el clima de hostilidad creció: los vecinos arrojaron piedras, palos, cascos y otros objetos, intentando agredirlo. Ante la escalada de violencia, la Policía realizó un disparo disuasivo con cartuchos de estruendo para dispersar a los presentes. No se reportaron heridos, aunque la tensión fue máxima durante el operativo.
Finalmente, gracias a la coordinación del personal motorizado bajo la supervisión del Oficial Principal Gonzalo Verón, la zona fue despejada y el orden público restablecido, evitando así consecuencias más graves.