*Por Juan Pablo Parrilla
Con más del 56% de los votos, el Frente de Todos arrasó ayer en las urnas en La Rioja, a contramarcha de lo que ocurrió en el resto del país. Sin embargo, el peronismo necesita duplicar los votos de la oposición de Vamos La Rioja para conseguir los dos diputados nacionales en juego y la verdad se sabrá en el escrutinio definitivo, porque la ventaja por la segunda banca, hasta ahora, es de apenas 74 votos.
Primero que nada, los números. Con el 98,92% de los votos escrutados, el Frente de Todos consiguió 98.303 apoyos contra 49.077 de la oposición. Esto quiere decir que no hay dudas de que Gabriela Pedrali se mudará el 10 de diciembre del Ministerio de Desarrollo Social a la cámara baja nacional. Pero la disputa por la segunda banca entre el peronista Ricardo Herrera y el radical Juan Amado está cabeza a cabeza. Si la oposición descuenta 75 votos de diferencia en el escrutinio definitivo se quedará con el escaño, aunque por ahora el dirigente chileciteño corre con una leve ventaja.
Un dato importante a tener en cuenta es que hasta ahora se escrutaron, según el conteo oficial, 917 de las 927 mesas en el conteo provisorio, es decir, faltan contabilizar 10 mesas, que suman 3.188 electores. Si se proyectan esos números sobre la participación del 70,35%, debería haber ahí unos 2.242 votos que no se incluyeron en el conteo parcial. Si nuevamente se hace una proyección de lo que ocurrió hasta ahora, el 85,66% de esos votos sin escrutar serían sufragios afirmativos, es decir, 1.921 votos para algún candidato.
En resumen, hay casi 2 mil votos que no se están contando en el recuento provisorio. Y de aquí surge otra pregunta: ¿cómo están repartidos? La respuesta es importante, porque se pueden proyectar los resultados sobre lo que ocurrió en esos distritos. Cinco de las que mesas que no se contaron están en la Capital, donde faltaron votar 1.673 personas; tres mesas están en Chilecito, una en Felipe Varela y la otra en San Blas de Los Sauces. En todos esos distritos el Frente de Todos ganó con comodidad, aunque la victoria en la Capital fue más estrecha que a nivel provincial.
En las PASO, el escrutinio definitivo benefició al Frente de Todos, que pasó de 91.855 votos a 93.197. Esa vez, participaron tres listas de las elecciones primarias dentro de ese espacio. En el caso puntual de Pedrali y Herrera, saltaron de 81.284 a 82.516, es decir, sumaron 1.232 votos, mientras que el binomio Amado-De León aumentó en 471 votos.
Otro dato a prestar atención son los votos recurridos e impugnados, porque algunos es probable que se reviertan en la Junta Electoral y terminen siendo votos válidos. En las PASO hubo 336 votos recurridos e impugnados, de los cuales 275 al final fueron anulados y el resto, validados. Esta vez hay 337 sufragios en esa situación, casi la misma cantidad que en las primarias.
A esta altura no es novedad que el escrutinio definitivo será decididamente intenso y se peleará voto a voto. Hay un diputado nacional en juego que, más allá de su natural peso político, podría ser especialmente importante para el Frente de Todos para desempatar una posible paridad con la oposición y para la intendenta Inés Brizuela y Doria, de cara a cualquier negociación por fondos de aquí al 2023, algo que podría definir sus próximos dos años como mandataria municipal.