“Es absolutamente chocante al sentido común que una persona que era monotributista, sin bienes, sin conocimientos específicos en la materia montara semejante estructura y que la administración pública ni se inmutara”.

La frase que ayer pronunció el fiscal Luciani para describir el caso del empresario Lázaro Báez también es aplicable a la empresa Estacionalo SRL, que se quedará con el 70% del monto que los vecinos paguen por estacionamiento medido y cuyos dueños no están ni cerca de tener perfil empresario para haber hecho, como dijeron, una inversión de entre 15 y 17 millones de pesos.

Más allá de las obvias diferencias del caso, los dos tienen un factor común: las dudas que generan sus llegadas a los contratos con el Estado.

Una investigación de EL FEDERAL ONLINE detectó que Estacionalo SRL, una de las dos empresas que presentó una oferta para quedarse con el estacionamiento medido de la capital riojana y que finalmente fue seleccionada, no tiene antecedentes y fue creada hace dos meses por un militante bosettista y una mujer sin perfil empresario.

David Orlando López, la persona que se presentó en una conferencia de prensa organizada por el Municipio como “socio gerente” de Estacionalo SRL y dijo que la inversión en el sistema de estacionamiento medido será de entre 15 y 17 millones de pesos a través de fondos propios y créditos, no registra impuestos activos en AFIP. También brindó información que no concuerda con los registros oficiales del Banco Central, lo que abre un nuevo interrogante: ¿de dónde salió el dinero?

Su nombre, sin embargo, no figura en el contrato social de la compañía creada hace poco más de dos meses, publicado en el Boletín Oficial del pasado 20 de mayo. Allí sólo aparecen dos socios, Facundo Alberto Celarayán, quien fue designado como gerente, y la pareja de López, Lorena Claudia Melchiori, nombrada gerente suplente. 

Según los registros de la AFIP, Celarayán se inscribió en junio como autónomo, mientras que Melchiori están anotada desde septiembre de 2021 en la categoría B del monotributo, es decir, con ingresos anuales de menos de 1,2 millones de pesos. ¿Ellos realizaron la inversión millonaria?

López dijo que hicieron la inversión en base a créditos bancarios y programas nacionales, pero la empresa no registra créditos en el Banco Central. Tampoco Melchiori, que sólo tiene una deuda de 7 mil pesos por una compra a través de Mercado Libre. Ni siquiera usa tarjeta de crédito. La deuda de Celarayán es de apenas 40 mil pesos con el Banco Rioja. Y López tiene una deuda de 758 mil pesos entre lo que debe por la tarjeta Cencosud y los bancos Hipotecario y BBVA. 

¿Quién tomó esos “créditos bancarios” a los que hizo alusión López?