Como toda historia que comienza con una hermosa iniciativa, tuvo su final feliz. El “Citrorat”, el auto Citroën 3cv, con dos riojanos a bordo (Marcos Amaya y Pablo Castillo) volvieron a La Rioja, tras una travesía que unió esta provincia con la ciudad patagónica de Puerto Madryn. Escoltados por autos que pertenecen a “Caudillos en Ruta”, durante 70 kilómetros, arribaron en las últimas horas del lunes. “Nos esperaban de sorpresa nuestros amigos de ‘Carter Kustom’ , ‘Racers Club’ , ‘4Lbar’ y muchos amigos maravillosos a quien queremos mucho”, informaron mediante sus redes sociales.
“Encontrar a nuestra familia tan o quizás más felices que nosotros fue el regalo más grande que tuvimos al llegar. Nos faltan palabras para describir y agradecer todo lo vivido, intentaremos trasmitirlo en videos de Yutube que publicaremos en las próximas semanas“, agregaron.
“Apostar por la amistad, intentar parar la rutina, salir a vivir la simpleza, rutear en el citrorat, tomar mates y reír a carcajadas, fluir y aceptar que se rompa, sociabilizar con extraños, extrañar y valorar lo que tenemos e invertir dinero en ser felices, fue la mejor decisión que pudimos haber tomado”, concluyeron, mientras que agradecieron a todos por ser parte “de esta locura”.
Todo comenzó con un hecho bisagra, el preinfarto de uno de uno de estos intrépidos amigos, quienes decidieron hacer aquello que siempre quisieron. Podrían haber emprendido el viaje en un confortable auto cero kilómetro, pero decidieron hacerlo en un peculiar Citroën, que está desgastado, con detalles artesanales, vistoso, que hace que la travesía tenga otro gustito. Así fue que se embarcaron en un viaje, donde todos están expectantes de lo que subirán en sus videos por Youtube.
En este tiempo es necesario reflotar los valores y la solidaridad que siempre tuvo el pueblo argentino. Estos riojanos lo hicieron notar en cada ciudad, donde “Citrorat”, como lo llaman al auto, estuvo presente. En Santa Rosa (La Pampa) tuvieron algunos desperfectos técnicos con el rodado, pero hubo gente que los socorrió y los cobijó, mientras esperaban ansiosos seguir en ruta.
“Es impresionante ver como todas las personas que nos paran por la calle y se acercan al CITRORAT, muestran un sentimiento de amor por los 3cv y automáticamente se conectan con alguna vivencia o pariente dejándonos una gran anécdota. El citrorat tiene personalidad, tiene años, experiencia, oxido y sobre todo un carisma muy especial”, explicaron en uno de los posteos por sus redes sociales.
En rigor de verdad, el origen del Citrorat se debe a lo siguiente: “Lo compré, lo escondí 15 días (mi familia no quería saber nada) y lo primero que hice, fue bajarlo al piso, recuerdo que cuando lo traje a casa, ese mismo día lo fui a mostrar a los pibes del club y ¿saben qué? A las 10 cuadras se fundió el motor, no tenia una gota de aceite. Después de hacerle motor a cero, fuimos modificando cada detalle para llevarlo al estilo RatRod, estilo que se caracteriza por estar oxidado, despintado, con detalles artesanales y llantas pintadas”, agregó Marcos Amaya, en la página web www.citrorat.com.ar. “Desde ese momento, el CitroRat cobró vida y personalidad, es mas, las redes sociales fueron creadas para guardar recuerdos, onda álbum virtual, pero sin querer queriendo llegamos a muchas personas tan locas como nosotros”, indicó.
Fuente: Nueva Rioja