[REDACCIÓN EL FEDERAL ONLINE] Hay algo que siempre que se analiza un hecho político hay que comprender: no todo lo que se ve a primera vista es lo que en verdad está ocurriendo. Buena parte de lo que pasó ayer en la UNLaR sólo se puede entender aplicando esa máxima.   

¿Qué se vio? Muchos jóvenes (y algunos no tanto) protestando contra las autoridades de una universidad prácticamente fundida, que ni siquiera puede garantizarle un aire acondicionado a sus alumnos cuando el termómetro araña los 40 grados.  

Pero el detrás de escena son los conflictos entre el rector Daniel Quiroga y la vice Marita Corzo, los acuerdos entre ellos, sus peleas por la caja, las cuentas al rojo vivo de la universidad y el miedo de ambos a quedarse con las manos vacías y, quizás, tener que ocuparse en el futuro de causas judiciales por corrupción. 

Por lo menos dos de las fuentes consultadas para este trabajo afirmaron que quien agitó la protesta de ayer fue Corzo, con el apoyo del gremio nodocente TANDUR y el FIR, la agrupación que quedó tercera en las pasadas elecciones. “A unos los compró con dinero y a los otros les prometió caja”, dijo una de las fuentes. Muchos fueron a protestar sin siquiera saber lo que ocurría tras bambalinas. 

Hay un secreto a voces en la universidad que reza que Quiroga y Corzo tenían un acuerdo: el pediatra iba a gobernar dos años y luego iba a delegar el poder a la contadora. Quiroga rompió la mayoría de los pactos que celebró antes de asumir y Corzo teme que también la traicione. Los dos siempre tuvieron una pésima relación y, de hecho, prácticamente no hay fotos de ellos juntos en campaña.

Ahora Corzo pretende que Quiroga pida licencia por seis meses y luego renuncie, porque si renunciara hoy, sin llegar a la mitad del mandato, habría que llamar nuevamente a elecciones, y del frente Consenso, que les permitió ganar el año pasado, hoy no quedan ni los cimientos. 

Pero hay algo que pasó en el medio: Corzo empezó a perder apoyo en OSUNLaR, la millonaria caja que maneja y que le permitió ubicar a familiares y amigos en muchos rincones del mundo UNLaR, al tiempo que las prestaciones, como ya explicó EL FEDERAL ONLINE en una investigación profunda, son cada día menos.  

No está muy clara cuál es la situación de Corzo en la obra social. EL FEDERAL ONLINE consultó a siete personas y no hubo dos respuestas iguales. ¿Qué sucede? La contadora asumió para completar el mandato de Ariel Martínez, que el 10 de diciembre de 2019 se mudó al Ministerio de Educación. Y se supone que en algún momento se hizo reelegir por el Consejo Directivo, pero no hay mucha certeza de eso

En efecto, si Corzo hubiera sido elegida, debería haber sido notificado al Consejo Superior, porque es el rector, en el marco del Consejo Superior, quien debe proponer al presidente del Consejo Directivo de OSUNLaR. Pero cualquier lector podría hacer el ejercicio de buscar el nombramiento en la web de la UNLaR, donde están las resoluciones del Consejo Superior, y no va a encontrar una sola mención vinculada a un nombramiento de Corzo. 

Dicho esto, lo que puso con los pelos de punta a Corzo es la pérdida de su principal aliado, Federico Díaz Martínez, quien fue apartado de su cargo de gerente general de OSUNLaR por el Consejo Superior luego de que EL FEDERAL ONLINE revelara que, según fuentes judiciales, un operador (quizás ligado a Marita Corzo) había realizado gestiones para intentar frenar una denuncia por violencia de género en su contra. 

En lugar de Díaz Martínez fue nombrado el ex síndico, Fabricio Zapata, más cercano a Quiroga que a Corzo, y la sindicatura quedó en manos de una dirigente de FACU. No hay una sola fuente que haya afirmado que ese no es un problema para Corzo. Absolutamente todos coinciden que si pisa el acelerador y realiza una auditoría a fondo encontrará múltiples irregularidades. De hecho, Zapata ya había advertido algunas cuestiones vinculadas, por ejemplo, a la millonaria compra de un inmueble en Córdoba que Corzo quiso realizar. 

Ayer, en medio del caos en la universidad, hubo una pelea muy fuerte en el despacho de Quiroga en la que Corzo ofreció su renuncia a cambio de que no la saquen de Osunlar, según la reconstrucción que hizo este medio a través de múltiples consultas. Y amenazó a Quiroga con renunciar sin medias tintas, lo que dejaría al rector expuesto a la suerte de FACU en el Consejo Superior.

Quiroga, mientras, teme que FACU tome el control y le pida explicaciones por el déficit de más de 800 millones de pesos que el rector reconoció en público. También por los nombramientos. 

Esta triste ensalada universitaria tiene otros condimentos. Ayer generó mucho revuelo la presencia de la secretaria de Industria, Julieta Calderón, en la protesta. Algunos creyeron que tenía que ver con el apoyo que pidieron de mujeres, otros con una movida de un sector del gobierno contra Quiroga.  

Lo cierto es que en FACU se relamen las manos ante esta oportunidad de poder volver, pero ya sin Fabián Calderón, que desde el primer café que le sirvieron se olvidó de los valores de la histórica toma y se fundió con las mieles del poder. Pero quienes podrían alcanzar el poder serían los mismos que enaltecieron el gatopardismo de hecho que vivió la UNLaR en los años que siguieron al tellismo.  

SEGUÍ LEYENDO: 

La “pulpa” Marita: tres sueldos, incompatibilidad para ejercer sus cargos y deudas millonarias 

Escasa cobertura en el interior, negocios oscuros y un festival de nepotismo: así es la OSUNLAR de Marita Corzo, una PyME familiar