[REDACCIÓN EL FEDERAL] Dos policías fueron detenidos esta mañana en Catuna, acusados de ofrecer préstamos usureros a cientos de personas. Les secuestraron alrededor de 36 millones de pesos, más de mil tarjetas de débito, dólares, cientos de pagarés y ocho vehículos.
Fuentes policiales confirmaron a EL FEDERAL ONLINE que la investigación comenzó hace 8 meses y que los dos policías, de apellido Loyola y Caliva, oriundos de Catuna, ya habían sido sumariados y suspendidos preventivamente. Fueron detenidos y trasladados a Chamical.

Esta mañana finalmente se realizaron cinco allanamientos, a cargo de la División de Investigaciones de la Policía de La Rioja, por orden del juez suplente Nahuel Contreras Agüero, del Juzgado de Instrucción en lo Criminal y Correccional de Chamical. Los dos efectivos quedaron imputados por los delitos de defraudación y estafa.
Según las fuentes consultadas, ofrecían préstamos con interés de entre el 300 y el 400 por ciento. Hacían que los prestatarios firmen pagarés y les retenían sus tarjetas de débito con las claves para garantizar los pagos. Los usureros, al parecer, cobraban los sueldos, se quedaban con el monto de la cuota de los préstamos y entregaban el resto a los dueños de las tarjetas.
En la casa de uno de los detenidos la policía encontró 31 millones de pesos, 800 dólares y más de mil tarjetas de débito, además de celulares y computadores. En lo del padre de ese efectivo, en tanto, se secuestraron 5 millones de pesos y un revólver.
Mientras, en un galpón fueron hallados siete vehículos, que serían de los imputados, entre autos y camionetas, y una octava camioneta también fue retenida en uno de los operativos.
Lo que más llamó la atención a los investigadores fueron los cientos de pagarés que había. Un testigo contó a este medio que el uniformado imploró porque no le secuestren los títulos. Era tal la magnitud del dinero prestado, que los policías a cargo del operativo no llegaron a sumarlos antes de secuestrarlos.